domingo, 6 de mayo de 2012

La importancia de que los niños sordos puedan ser bilingües.


Un programa puesto en marcha por la profesional Dale Sindell busca que los niños con deficiencia auditiva puedan aprender un segundo idioma

Los avances médicos y tecnológicos han permitido que muchos niños sordos no tengan porqué limitarse a hablar solo un idioma, pues a la lengua materna pueden sumarle cualquier otra complementaria a su formación. Gracias a estos avances, como la detección precoz de la sordera o los implantes, audífonos y sistemas FM, y a la motivación de los niños, pueden llegar a dominar una segunda lengua. Dale Sindell, una profesional que padece una pérdida auditiva profunda y es madre de un niño con hipoacusia, ha puesto en marcha un programa que ayuda a los más pequeños a utilizar un segundo idioma.
Cuando en 2002 al tercer hijo de Dale Sindell le detectaron sordera se empezó a plantear el tema del bilingüismo, ya que los profesionales de aquel momento le aconsejaron un solo idioma para él. Hay que tener en cuenta que en España, el 90% de los chavales menores de 18 años con pérdida auditiva utilizan el lenguaje oral como forma de comunicación, un porcentaje que se va reduciendo conforme aumenta la edad. Así, sólo un 60% de las personas mayores de 20 años se comunica de esa forma.
Pese a esa recomendación médica Dale se dejó llevar por su instinto, que le decía que debía enseñar a su hijo los dos idiomas, máxime cuando en su casa se habla inglés y español. Tras buscar información decidió crear la página «www.t-oigo.com» allá por 2008, una comunidad virtual para las familias con deficiencia auditiva, y el pasado año puso en marcha un programa de bilingüismo en el que participan universitarios estadounidenses que vienen a España a estudiar.

Funcionamiento del programa

De forma voluntaria y gratuita, estos jóvenes visitan semanalmente a familias de Madrid con hijos sordos, con los que juegan, cocinan, cantan y bailan utilizando siempre el inglés. Esta forma de utilizar el segundo idioma motiva a los niños para aprender inglés mientras hace que los voluntarios empaticen con los pequeños con pérdida auditiva. El programa «está funcionando fenomenal» según Sindell .
La experiencia piloto empezó en septiembre pasado y ya son 16 familias las que se benefician de él, aunque su intención es ampliarlo progresivamente y extenderlo a otras ciudades. Dale reconoce que en el acceso al lenguaje oral es fundamental contar con tecnología punta, ya sea audífonos o implantes. El cien por cien de los españoles menores de 18 años con sordera utilizan prótesis. De ellos, un 57% son portadores de audífonos y más de 42% han sido sometidos a un implante coclear. «Un niño que tenga acceso al sonido puede desarrollar una vida totalmente normal», ha subrayado.

La familia, siempre importante

Para el desarrollo normal de los niños sordos la familia es fundamental. Sindell ha asegurado que si los padres aceptan la condición de su hijo, «ese niño va a tener éxito». Afortunadamente, las familias ahora no son como muchas de las de antes. Ejemplos de la desinformación y la falta de empatía que antes había hay muchos. Dale cuenta el caso de una madre con una hija de más de veinte años que cuando se enteró de que era sorda, su propia familia le dijo: «no se lo cuentes a nadie».
La clave es que ahora los padres buscan información y saben muchísimo, esto les ayuda «ha superar su dolor». Precisamente su página web busca ser una red de información y ayuda entre padres. «Hemos creado una comunidad en el que todos aportan y en la que las familias nuevas pueden plantear sus dudas y encontrar soluciones».

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